La ceremonia de camaradería entre alumnos, profesores y directivos que realiza el colegio para despedir a las promociones de cuartos medios de cada año, es un regalo para los estudiantes que siguen su camino
Compartir emotivos momentos con los compañeros de cursos más pequeños, quienes les preparan una convivencia, adornan las salas y les hacen regalos, es la primera manifestación de que los jóvenes que egresan seguirán un nuevo camino dejando atrás la etapa escolar. Por lo que esta actividad simboliza el cariño, compañerismo, admiración y buenos deseos que sus compañeros de colegio y comunidad escolar quieren que atesoren para su futuro.
“Cada año una nueva generación de cuarto año medio deja el colegio en la búsqueda de nuevos horizontes, hecho esperado y necesario pero que deja tras de sí, nostalgia y emoción por la partida de jóvenes que hemos visto crecer y que con toda seguridad recordaremos con cariño”. señaló el director del Almenar de Pirque, Omar Lobos.
Una conjugación de sentimientos encontrados como la alegría por el cumplimiento de una etapa y tristeza por su partida. En ese sentido, el colegio Almenar de Pirque organiza un día de celebraciones que involucra a todos sus alumnos, docentes y funcionarios con diversas actividades, para despedir, este año a los 23 estudiantes que egresaron de la enseñanza media.
La jornada, realizada en el mes de noviembre, comienzó con un espectáculo preparado por los más pequeños, con bailes, coreografías y más sorpresas en el patio central, donde compartieron con toda la comunidad escolar y educativa. Siguiendo con una simbólica plantación de árboles junto a los niños y niñas de la generación que ha comenzado el mismo año su camino en el colegio.
Para luego ser invitados por cada curso a compartir una rica convivencia, en la que en la mayoría de los casos, son recibidos en las salas de los que tienen un hermano o primo menor. En la actividad les entregan regalos hechos por ellos, sombreros originales, adornan las salas y comparten momentos atesorables.
Siguiendo después con una presentación musical sólo para ellos, preparada por el profesor de música y un grupo pequeño de alumnos, acompañados por el director del colegio, directivos y su profesor. Mientras los demás compañeros preparan el recorrido final que los llevará hasta las puertas de su colegio para decir adiós.
De esta manera, el acto más emotivo del día, es el llamado “Túnel”, un camino formado por todos los alumnos del colegio que simboliza la senda final de su último día de clases, que los lleva desde su sala hasta la puerta de salida del colegio, donde los emocionados padres los esperan para recibirlos. Caminar por el túnel no es posible sin emocionarse, sin recordar los años transcurridos desde la niñez hasta su adolescencia, donde los abrazos, los saludos, alegrías y lágrimas se mezclan en este especial momento de despedida.
Así, una nueva generación de almenarianos parte llevándose el afecto y dejando recuerdos imborrables en toda su comunidad educativa.
Estos 23 jóvenes egresados de la generación 2018, posteriormente también tuvieron una solemne ceremonia de licenciatura.
