Por Decreto Supremo N°29 del Ministerio de Agricultura del 29 de enero de 1982 se creó la Reserva Nacional Río Clarillo. Fecha desde la que ha ratificado su importancia no sólo para la conservación y recuperación de sus recursos naturales y culturales, sino que además desde la perspectiva de la investigación y la educación ha sido un pilar fundamental para investigadores.

Cuenta actualmente con 13.085 hectáreas de superficie, y abarca altitudes entre los 850 y los 3.050 msnm. Con una vegetación principalmente de bosque esclerófilo.

La unidad destaca por la protección de las especies de flora y fauna. Entre los mamíferos, la mayoría de origen neoártico, los más fáciles de encontrar son los zorro chilla y zorro culpeo, cuyas poblaciones han ido en aumento. Y se han podido divisar, a través de sus cámaras trampa, la presencia de especies como el puma, que ha vuelto a habitarla, y también el gato colocolo, guiñas, quiques y coleópteros, entre otros. Además de albergar al único marsupial fósil chileno como es la Yaca y el Monito del Monte

La constante sequía que ha afectado durante la última década a la zona central del país, ha amenazado de igual forma a la esta reserva, produciendo una evidente disminución en vegetación y por ende de animales silvestres. Asimismo su caudal ha disminuido en un 70% debido a la escasez de nieve en la cordillera. A pesar de lo anterior, y como ya se ha señalado, diversas especies que se habían trasladado hacia otros sectores se han vuelto a divisar, lo que explica que que la cadena trófica (de alimentación natural) se ha mantenido en los niveles aceptables.

Dentro de las medidas que se han tomado para el resguardo de esta área silvestre protegida, y a causa de la amenaza de incendios forestales, desde el año 2017 se prohibió cualquier tipo de fuente calórica en su interior. Así también en episodios de olas de calor, se procedió a cerrar el ingreso a visitantes. Y desde el mes de enero de 2020, como forma de precaución ante el cambio climático la Reserva Nacional Río Clarillo ha bajado su capacidad de carga diaria de lunes a viernes, aceptando el ingreso de un máximo de 100 personas, y sábado y domingo a 200 personas. Por lo que recomienda tomar las previsiones en llegar temprano, ya que una vez llena la capacidad se cierra el ingreso.

Algunas de las conductas de protección que deben saber los visitantes, ya que la reserva es un lugar lleno de riqueza imprescindible de conservar y proteger, son las siguientes exigencias:
– No ingresar con mascotas ni animales domésticos, que puedan alterarlo.
– No alimentar a los animales y aves que pueda observar al interior de la unidad, ni extraer algún recurso natural que pueda afectar la biodiversidad del área protegida.
– Utilizar los senderos de caminata solo para dichos fines. El uso de bicicleta solo se permite en los caminos de tránsito vehicular.
– Si genera basura, la debe llevar de regreso a su casa.

En complemento, esta rica área natural constituye un interesante conjunto de sitios para estudios científicos de variada índole. La Reserva Nacional Río Clarillo ha sido utilizada desde hace muchos años para la realización de tesis de distinto nivel por el sistema universitario chileno. Se han realizado en la Reserva diferentes cursos organizados por académicos en colaboración con universidades o institutos del extranjero, con estudiantes locales y de otros países. Transformándose en experiencia extremadamente enriquecedora para todos los involucrados. En parte por la naturaleza misma del lugar, que provee ricas oportunidades para estudios biológicos y también para la convivencia social, es que el personal de la Reserva, ve en estos cursos una oportunidad para aprender y a la vez enseñar acerca del lugar.