En el marco de la prevención de drogas y alcohol en niños y jóvenes, Senda entregó herramientas para los padres, cuidadores o parientes a cargo de un menor, a través de talleres y capacitaciones
El día 27 de noviembre, el Programa Senda Pirque desarrolló la ceremonia de cierre del Programa Parentalidad, del que participaron apoderados de la escuela Santos Rubio y Liceo El Principal, el grupo de mujeres empoderadas Mailén, un grupo de la junta de vecinos de Los Bic, y el grupo de taller de Huerto. Con la presencia de la Directora regional de Senda Metropolitano Francisca Zaldívar.
En la actividad se reconoció la participación y compromiso de cada una de las personas, a las que, a través del programa Parentalidad y sus talleres recibieron herramientas de prevención del consumo específicamente en niños, de ser padres cercanos, pero con habilidades para poner límites.
La directora regional, Francisca Zaldívar, señaló que es muy importante que los adultos que se relacionan con los niños estén comprometidos con la prevención de alcohol y las drogas y todos los temas que puedan ser complejos para los niños.”Nosotros tenemos que ser los garantes de que puedan tener una buena calidad de vida, con opciones y donde puedan desarrollar su autoestima”.
Asimismo indicó que cada instancia puede ser una oportunidad para conversar los temas, dándole una mirada integradora, por lo que los diferentes talleres de Senda se han transformado en facilitadores de conversación.
Por su parte, Jessy Sánchez, coordinadora de Senda Pirque, explicó que la importancia de estos programas se enfocan en lograr un discurso común con el tema del consumo de drogas, señaló que “todos tenemos diferente percepción del tema del consumo, pero la idea es llegar a un consenso, que se enfoca en cómo los padres o cuidadores los acompañan en las distintas etapas de la vida. En estos talleres se tocan temas bastante sensibles y personales, y gracias a ello se trabajan más a fondo las problemáticas”.
Asimismo, Alen Ortega, encargada del Programa Parentalidad de Senda en la comuna, explicó que durante el año se trabajó con un ciclo de talleres en los que se abordaron una serie de habilidades preventivas parentales para anticiparse y poder reducir o retrasar el consumo de alcohol y otras drogas en niños, niñas y adolescentes de 9 a 14 años.
En ese sentido, los grupos eran abiertos a madres, padres y adultos cuidadores, con los que se enfocaron temas de comunicación, monitoreo, límites, entre otros. Donde se les aplicó en primera instancia una evaluación de autopercepción en cuanto a la relación con el menor, luego se abordaron diferentes temáticas preventivas y habilidades para una mejor interrelación e involucramiento parental, para finalizar con una segunda autoevaluación donde pudieron analizar sus propios avances.
En el cierre, se les entregó un diploma de participación a integrantes de estos grupos. Por su parte, agradecieron todo el apoyo y trabajo tan necesarios para el diario vivir.
Según Senda, durante esta etapa del crecimiento (niñez), el cerebro está en pleno desarrollo, por lo que el consumo de cualquier droga perjudica aspectos como la toma de decisiones, el juicio y el autocontrol, lo que los hace propensos a comportamientos de riesgo. Además, afecta el funcionamiento de la memoria, la atención, la concentración y el aprendizaje, generando problemas en el colegio o en el proyecto de vida futuro.
