La propuesta permite reutilizar las aguas provenientes de las duchas, lavamanos, lavaplatos, máquinas lavavajillas y lavadoras de ropa para el regadío de algunos cultivos agrícolas. Lo que quedó listo para ser promulgado como ley.
Por unanimidad la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó las modificaciones hechas por el Senado, al proyecto (boletín 15765) que modifica la Ley 21.075. El texto, que quedó listo para su promulgación como ley, regula la recolección, reutilización y disposición de aguas grises, para fomentar su reutilización en la agricultura.
Las modificaciones aprobadas apuntan en dos sentidos. En primer término, se agrega el vocablo “entre otros” al artículo referido al riego de cultivos agrícolas, lo que permite la utilización más amplia y eficiente del recurso.
Se suprime además, el deber del Ministerio de Agricultura de, en el ámbito de sus atribuciones, determinar los lineamientos para la implementación de los proyectos de utilización de aguas grises tratadas de uso silvoagropecuario y velar por su adecuado cumplimiento; sin perjuicio de las competencias que se han entregado a la autoridad sanitaria en esta ley.
Asimismo, se respaldaron los cambios hechos a dos artículos transitorios. El primero de ellos señala que la Comisión Nacional de Riego deberá informar a las comisiones de agricultura y recursos hídricos de ambas cámaras, respecto del uso de recursos destinados a financiar sistemas de reutilización de aguas. El segundo, redujo de un año a seis meses, el tiempo para que se elabore el reglamento respectivo.
Transversalmente las y los legisladores valoraron el avance que significa la normativa, sin embargo plantearon matices respecto de los reales efectos de la misma, considerando que no existe la infraestructura necesaria para reutilización plena de las aguas. Asimismo, se planteó también la necesidad de reabrir la discusión sobre una futura reforma al Código de Aguas.
En representación del Gobierno intervino la ministra de Medioambiente, Maisa Rojas, quien señaló que la norma está pensada en los pequeños agricultores, con el objeto de regularizar un proceso que permita reutilizar sus aguas domiciliarias. Si bien reconoció que no es la solución a la crisis hídrica, dijo que es una forma efectiva de buscar nuevas fuentes de agua.