Una auditoría de la Contraloría General de la República estableció múltiples irregularidades en la programación y prestaciones quirúrgicas que entrega el Hospital Sótero del Río, en Puente Alto.
El informe N° 762 de diciembre de 2023, que comprendió el período desde el 1 de abril de 2022 y el 31 de marzo de 2023, verificó una serie de falencias en la materia. Entre ellas, destaca la comprobación de que en 62 cirugías practicadas a pacientes vinculados por parentesco con personas funcionarias del centro de salud, y en otras 38 practicadas a personal de ese Hospital, los tratados tuvieron menor tiempo de espera para ingresar a pabellón que el promedio general.
Por esta razón, la CGR instruyó al Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente para que inicie un sumario administrativo en dicho centro asistencial.
De acuerdo a la Contraloría, también constató que las personas que se encuentran en la lista de espera denominada “solicitados” no se consideran seleccionables para ser citados a la respectiva intervención quirúrgica, ya que deben hacerse estudios prequirúrgicos. Así, en 1.433 casos no existen registros que indiquen que se hayan solicitado y realizado los exámenes prequirúrgicos correspondientes, además de otras gestiones tales como llamados telefónicos, correos electrónicos para contactar a los pacientes.
Asimismo el ente fiscalizador, verificó que tales pacientes registran esperas entre 59 y 1.718 días corridos para ser incorporados a la lista programable, considerando como fecha de corte el 31 de marzo de 2023.
Otro de los hallazgos en la investigación se refiere a que el recinto asistencial no cuenta con manuales o protocolos sobre planificación, programación y priorización de cirugías. Tampoco dispone de un manual actualizado sobre el uso del sistema de información de intervenciones quirúrgicas.
En la misma línea, también se advirtió en dicho informe que la indicación de cirugía emitida por el profesional médico es tramitada directamente por el mismo paciente en la Unidad Prequirúrgica del Hospital, de manera que la inscripción en el sistema IQ y en la respectiva lista de requerimientos de cirugía no se realiza al momento de la decisión médica, sino que de forma posterior. Por lo mismo, se verificó que el Hospital Sótero del Río no dispone de un procedimiento que permita detectar si el paciente inscribió el requerimiento de cirugía.
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