Una empresa familiar que comenzó en los años ‘40 y que se ha transformado en un referente en la industria ganadera siendo reconocida por su calidad y servicio
Por los años ‘40, Reinaldo Ulloa Gálvez, quien se había iniciado en el rubro de las carnes, abrió tres carnicerías en la comuna de Puente Alto. Posteriormente, su hijo José Alamiro Ulloa Rubio (Miro), quien trabajaba junto a su padre, se independizó y comenzó su propio negocio, Carnes Miro, en un pequeño local en la misma Plaza de Armas de Puente Alto, logrando un exitoso negocio junto a su esposa Adriana Bahamondes Donoso, el que este mes de octubre cumple 50 años.
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Miro, como le decían, fue un empresario muy conocido en la zona, ya que concurría a los criadores de ganado locales para abastecer su negocio, es así como se hizo de varios amigos de toda la provincia.
Debido a los requerimientos, también decidió implementar una planta artesanal de cecinas a un costado de su vivienda, en Puente Alto, para posteriormente comprarse una fábrica en el sector de Tocornal con Eyzaguirre, donde pudo ir ampliándose e instalar mayor tecnología. Industria que se se mantiene actualmente.
Ya en el año 1983, el negocio había crecido notablemente y se había consolidado, por lo que Alamiro (Miro) Ulloa, decide trasladar la carnicería a un nuevo local en calle Balmaceda a pasos del anterior. Allí trabajó junto a su mujer, quien tuvo que hacerse cargo del negocio cuando en el año 90 fallece Alamiro Ulloa Rubio, a los 47 años.
Desde entonces, Adriana Bahamondes junto a sus dos hijos, Francisco Javier de 15 y Claudio de 17, trabajaron arduamente para mantener el negocio, logrando seguir con el éxito de ventas, ya que conocían de cerca el funcionamiento, puesto que todos trabajaron juntos, y los hijos desde pequeños observaban y acompañaban a su padre en las labores.
Época de esfuerzo de estos dos jóvenes que tomaron una importante responsabilidad, y que junto con madrugar para ir al matadero a primeras horas de la mañana, continuaban sus estudios en el colegio. Para posteriormente seguir su educación superior.
Pasaron los año y fue hasta el 2014 que los hermanos Ulloa Bahamondes deciden ampliarse, debido al crecimiento que sostuvo la comuna con la llegada del metro, lo que les generó que estuvieran constantemente a su máxima capacidad de atención al público. Por lo que deciden que requieren de un lugar mas grande. De esta manera toman la decisión de trasladarse al frente en un espacio de su propiedad, que triplicaba el que tenían, el que debieron remodelar durante dos años para contar con las condiciones que ellos querían. Siendo el local donde se mantiene la carnicería actualmente en calle Balmaceda 151, Puente Alto.
El gran éxito de la compañía se debe, según la familia, a que desde un comienzo se esforzaron por escuchar todas la voces de los consumidores.
Advirtiendo que sus opiniones atraviesan el espectro completo del gusto y de las ocasiones, lo que ha hecho posible que desarrollen productos de gran demanda y de primera calidad. Todo a la medida de sus consumidores y una atención personalizada que se mantiene hasta los días de hoy.