Un merecido reconocimiento a quien ha trascendido la cultura del guitarrón y el Canto a Lo Divino, enseñando a nuevas generaciones y posicionado a Pirque como cuna del guitarrón
El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio anunció este lunes 10 de junio a los nuevos Tesoros Humanos Vivos de Chile, reconocimiento correspondiente a la convocatoria 2018 y que recibe a un constructor y reparador de ruedas de agua de Larmahue, y un grupo de cinco cantores a lo poeta de las regiones Metropolitana y de O’Higgins, entre los que se encuentra el destacado cultor Juan Domingo Pérez, guitarronero y cantor a Lo Divino de la comuna de Pirque.
El grupo de cantores, custodios de una herencia poética y musical de tradición popular y raigambre rural, obtienen la distinción del Estado por ser agentes transmisores de su saber y experiencia, razones por las que han sido honrados con diversos reconocimientos a lo largo de su vida de cantores y poetas de excelencia. Ceñidos a una ética y estética indudables en el ejercicio de su manifestación cultural, son reconocidos también por sus pares como autoridades culturales de sus territorios. Manifiesta el Ministerio de Las Culturas.
De esta manera, y en la categoría “grupo de cultores”, reciben el reconocimiento Tesoros Humanos Vivos los cantores de la Región Metropolitana José Manuel Gallardo Reyes (Paine) y Juan Domingo Pérez Ibarra (Pirque); y los cantores de O´Higgins Juan Andrés Correa Orellana (Las Cabras), Gilberto Alejandro Acevedo González (Chimbarongo) y Carlos Santiago Varas Yáñez (Rancagua).
Juan Domingo Pérez Ibarra es Poeta y guitarronero de Santa Rita de Pirque. Su sello es el Canto a lo Divino, con el cual brindó dos veces una visita papal: en 1987 a Juan Pablo II y en 2018 al papa Francisco. Se formó con Santos Rubio, Salvador Cornejo, Manuel Ulloa y Osvaldo “Chosto” Ulloa. Interpreta rabel, guitarra traspuesta, vihuela y salterio. Hoy entrega su saber a través de talleres y al promover desde 2002 encuentros de guitarroneros, posicionando a este instrumento como signo de identidad y belleza y a la comuna de Pirque como cuna del Guitarrón.
Juan Pérez expresa su inmensa emoción ante tan significativo nombramiento, da gracias y asegura que es reflejo de sus maestros a quienes los destaca y les dedica el reconocimiento “Doy gracias a Dios y a la Virgen, este reconocimiento es también para los viejos antiguos, mis maestros que nunca nadie hizo nada por ellos. Esas noches de vigilia, de canto donde estaban ellos con el señor, la Virgen o el Santo festejado. Esta es la tradición que me traspasaron. Yo también veía cantar a mi vecino, con tanta serenidad, con ese cariño en el canto, y estando muy niño me iba encantando ... Todo lo que estoy recibiendo ahora se los ofrezco con todo mi corazón a ellos, sobre todo a mi compadre Santos amigo y maestro y compadre Chosto porque siempre fueron muy amables y atentos conmigo, siempre apoyándome. También a mi familia, mis papás que me apoyaron mucho” señala que desde muy pequeño participaba de la iglesia y que los versos siempre le llamaron mucho la atención comenzando sin darse cuenta en ser parte de una cultura que hoy entiende que ha sido su camino y que tiene la fortuna de poder transmitir. Manifiesta que el trabajo que ha realizado en los talleres con las nuevas generaciones es muy gratificante porque ha visto una muy buena respuesta “esto es pura vivencia, la que entrego a mis alumnos, que gracias a Dios captan el sentir”.
Agrega que en Pirque ha podido organizar los encuentros de guitarroneros y canto a Lo Poeta, con lo que se siente muy feliz “para mi es rico poder organizar estos encuentros y hacer la programación para que todo resulte bien, muy humildemente entiendo que Dios me ha dado este don que trato de llevar al máximo y hacer que esto se transmita”
Señala que le sorprendió que lo hayan nombrado en conjunto a tan grandes poetas “son grandes poetas, la palabra grande queda chica, son poetazos. Que bueno que ellos fueron nombrados porque también compartían con mis maestros, son fabulosos, son los puntales, los que han llevado a que nosotros seamos cada vez mejores, aunque hay mucho que hacer todavía”
Desde 2009 el Estado entrega el reconocimiento Tesoros Humanos Vivos, año en que Chile implementó la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco. Es una denominación que se le confiere a personas, colectivos y grupos que han sido considerados como portadores de manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial presente en Chile, y que contribuyen a la salvaguardia de manifestaciones consideradas relevantes y significativas para sus comunidades.
Desde entonces a la fecha, se han reconocido 48 Tesoros Humanos Vivos, de ellos 24 cultores individuales, 23 cultores colectivos y un grupo de cultores, categoría que se utiliza por primera vez en la edición de 2018 para reconocer a cultores de una misma manifestación pero de diferentes territorios.
