La hija habría sido dada en adopción presuntamente por el pago de dinero, hecho que habría realizado la conviviente del abuelo en la década del ‘70, entregándola a una familia sueca que le cambió el nombre y la llevó a vivir a Europa.
Funcionarios de la Oficina de Asuntos Comunitarios (MICC) de la 65° Comisaría de Pirque, luego de diversas diligencias investigativas, dio con el paradero de la mujer y coordinó un emotivo encuentro entre la madre y su hija perdida que fue separadas a los 7 años y entregada en adopción a una familia sueca.
En 1977, en la comuna de Puente Alto en Calle Ejército Libertador vivía Fabiola Osorio Cáceres de 7 años, que debido a problemas familiares y económicos fue entregada al cuidado de su abuelo y su conviviente. Con el tiempo la pareja prohibió a la madre, Luz María Cáceres, ver a su hija, y a fines de ese año la madre y sus tías se dan cuenta que Fabiola hoy llamada Charlot Mordqvist, no se encontraba en la casa de sus abuelos, siendo la madrastra de Luz María quien les habría señalado que su hija había sido internada en un colegio fuera de la comuna.
Al pasar el tiempo y darse cuenta que Fabiola no volvía al hogar de los abuelos, la madrastra fue encarada por la madre y una tía de fabiola, quien finalmente admite enojada que la dio en adopción a una familia del extranjero sin entregar información.
Dentro del entorno familiar de Luz María siempre se ha manejado la tesis de que Fabiola fue vendida a esa familia sueca, ya que la madre nunca firmó una autorización para entregarla en adopción. Después de ser encarada la madrastra por la madre de fabiola, nos comenta la familia, se acercaron a Carabineros por la desaparición, pero debido a que no contaban con información de quiénes eran las personas y dónde se la habían llevado no habría prosperado la investigación.
Seferina Cáceres, tía de Fabiola nos cuenta la triste realidad que vivió con la desaparición todos estos años “yo durante muchos años recé para que mi hermana pudiera encontrar a su hija. Mi papá era una persona muy dura, a nosotros no nos permitía ver a la Fabiola, la única forma de verla era cuando yo iba a dejar a mis niños al colegio y ella siempre se paraba en la ventana de la casa de mi papá y nos saludaba, otras veces era cuando yo lograba entrar a escondidas a dejarle unos dulces o unas galletas para saber cómo estaba. De un dia a otro no vimos más a la Fabiola. Y cuando nos enteramos de lo que había pasado solicitamos a Carabineros que la buscaran pero no teníamos ningún antecedente por lo que fue imposible. A mi padre su conviviente le dijo siempre que estaba internada, ella fue la que nos separó de Fabiola. Siempre se ha dicho que fue vendida por ella pero la verdad no sé qué pasó“ se quiebra emocionada llorando Seferina.
Después de un tiempo, relatan los familiares, supieron que la niña había sido traslada a Europa y que Carabineros le perdió la pista y su nueva familia le habría cambiado el nombre. Cabe recordar que en aquellos años el nivel de comunicación era muy rudimentario y las investigaciones de búsqueda realizaban con mucha dificultad.
Con el tiempo Fabiola (Charlot Mordqvist) ha formado su propia familia en Suecia y sus hijos junto a su esposo la incentivaron a buscar sus raíces.
De acuerdo al Suboficial Juan Rivas Solar, encargado de la oficina comunitaria (MICC), este reencuentro fue posible gracias al pedido que se realizó desde Estados Unidos por una amiga de Charlot, desde donde se le solicitó a Carabineros de Chile el servicio de s familiares “Nosotros, de acuerdo a una solicitud emanada desde la Prefectura Cordillera, donde nos dijeron que una hija no veía a su madre hace 40 años aproximadamente, se comenzó a recabar antecedentes, siendo la primera información que recolecta la Sargento Segundo Lorena Sepúlveda en el Registro Civil, que la madre tenía una dirección en Pirque. Concurrimos al domicilio encontrándonos con que la señora había vendido su casa hace 5 años y el nuevo propietario desconocían su paradero. Así comenzamos a realizar diligencia por toda la comuna preguntando a los vecinos tocando de puerta en puerta, y recurriendo por medio de fotografía si conocían a la señora Cáceres. Esto nos arroja una pista valiosa en el sector de El Pricipal donde un vecino nos dijo que ella estaría viviendo en Puente Alto. Nos trasladamos a esa comuna averiguando domicilio por domicilio, finalmente arrojando resultado positivo en el sector de San Gerónimo” relató el suboficial Rivas.
Señala la Sargento Lorena Sepúlveda, quien se mantuvo en constante contacto con la persona en Estados Unidos y con Charlot Mordqvist que se encontraba en Suecia, fue el problema del idioma, ya que Charlot solo hablaba sueco (svenska), logrando establecer un diálogo a través de mensajes de texto usando un traductor básicos de internet.
Agregó que para Carabineros esta experiencia ha sido muy gratificante en sus vidas “cuando llegamos al domicilio nos entrevistamos con la señora Cáceres y le dijimos que su hija la estaba buscando, la emoción y la alegría de ella nos traspasó. Debo reconocer que entre los abrazos nos emocionamos junto con mi Suboficial Rivas y nos cayeron las lágrimas. Esta acción de búsqueda y encuentro nos hacen sentirnos orgullosos de ser Carabineros, de unir a una madre con su hija desaparecida hace 40 años en otro país” comento la Sargento Sepúlveda.
El reencuentro después de 40 años se realizó vía teleconferencia el día 13 de marzo en las dependencias de la 65° Comisaría de Pirque, entre la madre Luz María Cáceres Mejias de 65 años y su hija Charlot Mordqvist de 47 años, que se encuentra en Suecia.
La video conferencia duró alrededor de una hora donde el reencuentro de la madre con su hija liberó la amargura de muchos años contenida. Charlot también se reencontró con tíos, conoció a sus hermanas y sobrinos.
Uno de los momento que impactó y llenó de lágrimas a todos los presentes, fue cuando en la videoconferencia Charlot (Fabiola) dirigió su atención la señora Luz María Cáceres “Madre no te guardo ningún rencor, sé que tu y yo fuimos víctima de personas muy malas, y te pido que nunca las nombremos delante mio -- Yo te amo...acá en suecia no se acostumbra a decir madre y te pido autorización para decirte desde hoy mamá”.
Para Charlot Mordqvist “Fabiola” fue una gran emoción este reencuentro, que la unió a sus recuerdos de infancia y llenó el vacío de la soledad que sintió durante muchos años, sin entender porque se sentía muy sola. Ella señaló que su madre adoptiva antes de morir producto de un cáncer le dijo la verdad de quiénes eran sus padres y lo que había sucedido.
Luz María Cáceres impactada con el momento, contó sus sentimiento y agradeció a Carabineros por la labor que realizaron al encontrarla “Durante muchos años viví con una gran pena, sentía que parte de mi había sido arrebatada, y hoy es el momento más alegre de mi vida que no sé cómo expresarlo, solo quiero abrazarla, acariciarla, besarla sentirla cerca mio” con lágrimas en los ojos continuó “quiero agradecer a Carabineros de Pirque por haberme encontrado” quebrándose y abrazando al Comisario Manuel Caroca en agradecimiento.
Una de las personas fundamentales en este reencuentro, fue el trabajo de traductor que realizó el conocido productor DJ Ignacio Aguirre. Ajuicio de todos los que participamos de esta reunión familiar, su labor y compromiso desinteresado de expresar más allá del significado de las palabras, fue su pasión de entender el sentimiento de cada frase que se expresaban entre una hija hacia su madre, después de 40 años.
