Cada curso se convirtió en una compañía de teatro y los estudiantes en actrices y actores creando mágicos momentos de risas, emociones y profundas reflexiones
El teatro se tomó el colegio Almenar de Pirque en el mes de agosto. Durante dos días los alumnos desplegaron su talento y creatividad desde Play Group hasta Cuarto medio. Cada curso preparó obras con toda la dedicación y cariño, logrando dar vida a representaciones cuya idea fuerza para este año fue: “Amor, locura y muerte”.
Divididos en jornadas de media, y de prebásica y básica, se mostró cómo los estudiantes, dependiendo del curs, han estado aprendiendo estrategias de expresión teatral referidas más allá de la palabra, concretamente con conceptos fundamentales de expresión corporal y conceptos relacionado al trabajo de grupo. En los niveles de media se trabajó en torno a literatura compleja, con reflexiones enfocados a la espesura de los textos, con más peso en términos dramáticos. No así en básica, donde los textos incitan a significados más inmediatos y más fáciles de entender.
“Valoramos profundamente estas manifestaciones artísticas, que permiten desplegar las mejores habilidades en nuestros alumnos; disciplina, esfuerzo, capacidad de vencer obstáculos, trabajo en equipo, valentía para superar los naturales miedos de exponerse en un escenario. Es por ello que, desde primero básico a cuarto medio, el teatro está presente en el plan de estudios, con una hora pedagógica semanal.
Nos sentimos muy orgullosos del trabajo realizado este año por nuestros estudiantes y profesores, que nos permitió tener un teatro escolar de muy buen nivel, reconocido por todos los que tuvimos el privilegio de ver las diferentes obras que se presentaron en este gran festival”. señaló Omar Lobos, director del colegio Almenar.
Por su parte, Manfred Martin, actor, pedagogo y director teatral, profesor de expresión en el Almenar de Pirque, resaltó el trabajo como un aporte al crecimiento integral de los estudiantes y destacó el festival de teatro “La importancia de estas actividades es muy grande, ya que el ejercicio del teatro aporta a un desarrollo integral de los niños, porque estimula el desarrollo del pensamiento en todos sus niveles, el pensamiento crítico, el pensamiento creativo y a sus vez eso deriva en una expresividad asertiva. En términos de expresividad no está solo la palabra, ya que la gente cree que el niño queda validado en el escenario cuando habla, y muchas veces el niños no es necesario que hable nada porque está aprendiendo otras cosas como gesto o acción física, que son maneras de pararse en el escenario y pertenecer a un universo donde se está interrelacionando con más personajes y en ese sentido existe la colaboración, la responsabilidad, el respeto, etc”.
Agregó que también es un aporte a los alumnos que tienen menos personalidad o a los que son más impulsivos “a los niños que tienen timidez les sirve precisamente para empezar a volcar su mundo interior en el escenario y al mismo tiempo a quienes están en el otro extremo, es decir que tienen una personalidad que generalmente provoca inquietud en las asignaturas que son mas formales, por ejemplo niños que son muy habladores o tienen mucha impulsividad y que no se controlan, esto les sirve para que vayan descubriendo cuál es el contexto en el que tienen que moverse y conducir reacciones de manera positiva”
Durante esos dos días, cada curso se convirtió en una compañía de teatro y los estudiantes en actrices y actores que se lucieron creando mágicos momentos aportando risas, emociones y profundas reflexiones
