La entidad destaca a nivel mundial por la aplicación de los Estándares Abiertos para la Conservación, para la elaboración e implementación de los planes de manejo de las áreas silvestres protegidas del Estado.
Un primer lugar a nivel global que reconoce la labor de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), fue el premio que otorgó la Red de Entrenadores en Conservación (CCNet, en inglés) y la Asociación de Medidas de Conservación (CMP), por la aplicación de la metodología de los estándares abiertos para la conservación a la confección de los planes de manejo de los parques nacionales, reservas nacionales y monumentos naturales, que conforman el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), que administra y gestiona CONAF.
Para el director ejecutivo de CONAF, José Manuel Rebolledo, este reconocimiento resalta que “nuestro país, a través de nuestra Corporación, ha integrado a la elaboración de los planes de manejo de nuestros parques y reservas nacionales, y monumentos naturales, una metodología mundialmente reconocida, y mediante el uso de este lenguaje común la creación de capacidades técnicas en el personal de guardaparques y trabajadores, el aprendizaje continuo y la vinculación con socios estratégicos, lograndodesarrollar procesos tangibles que apuntan a mejorar la efectividad de manejo de las áreas protegidas del país, generando un sustantivo avance en la gestión del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado”.
Cabe destacar que de todos los proyectos que participaron, provenientes de todo el mundo, el primer lugar fue para Chile a través de CONAF, mientras que en segundo lugar quedó un proyecto colombiano para la protección del tamarino cabeza de algodón (mono tití), y en tercer lugar un proyecto de Australia de planificación, gestión y monitoreo de la Reserva Yourka, un ecosistema único de sabana tropical.
El premio resalta, según el profesional de la Gerencia de Áreas Silvestres Protegidas deCONAF, Mariano de la Maza, justamente el trabajo que “venimos realizando desde hace algunos años, donde como institución hemos implementado, sobre la base de los estándares abiertos, una nueva forma de planificar las áreas protegidas, donde los ejes centrales son el uso de la mejor información disponible para el manejo adaptativo de las áreas protegidas y la participación de diferentes actores territoriales durante la elaboración de los planes de manejo, especialmente de los guardaparques del área y de las comunidades locales”.
Así también lo destacó el Jefe del Departamento de Conservación de la Diversidad Biológica de la Corporación, Maximiliano Sepúlveda, quien explicó que el 2016 se trabajaron los planes de manejo, bajo esta metodología, de los parques nacionales Pan de Azúcar y La Campana, y las reservas nacionales Río de Los Cipreses y Lago Jeinimeni. El 2017 se inició el trabajo con el Parque Nacional Yendegaia y las reservas nacionales Río Clarillo y Nonguén, y el santuario de la naturaleza Río Cruces. Y este año se comenzó el trabajo con las reservas nacionales Pampa del Tamarugal y Malalcahuello, el Parque Nacional Cerro Castillo y el Monumento Natural La Portada.
“A nivel mundial la aplicación de los estándares abiertos está presente en más de 80 países, pero como se resaltó al concedernos este reconocimiento internacional, el proceso llevado a cabo por CONAF en Chile muestra una buena implementación de la metodología en múltiples escalas de trabajo, como son la capacitación, la participación ciudadana, la implementación de estrategias de conservación y el monitoreo, entre otras. También fue destacado por los jueces que el proceso proporciona un muy buen ejemplo de cómo implementar esta metodología en un sistema nacional de áreas protegidas, para ser más eficientes y efectivos en la conservación”, señaló Sepúlveda.
La experiencia chilena ya ha sido dada a conocer tanto en congresos internacionales, como el de Colombia el año pasado, y en un curso con la Universidad de Chile, para profesionales de Argentina, Brasil, Colombia y Perú, y actualmente cada vez se integran más profesionales de otros servicios a las capacitaciones que realiza CONAF para sus guardaparques y profesionales regionales de las áreas protegidas.
En uno de los últimos cursos, realizado la primera semana de junio en Santiago, por ejemplo, se integraron profesionales del ministerio del medio ambiente, entre ellos, el encargado de áreas marinas protegidas de esta cartera, Felipe Paredes, quien manifestó que esta metodología es “una visión nueva de cómo manejar las áreas protegidas, que se basa en acciones concretas para reducir las amenazas existentes. Los planes de manejo, antes, eran bastantes amplios, cubrían muchas actividades y no tenían mucho resultado en torno a la protección real de la biodiversidad. Este enfoque de estándares abiertos se focaliza en identificar lo central, los objetos de conservación, donde se incluyen también los culturales. Luego se identifica qué acciones humanas están siendo una amenaza para ellos y se aborda muy focalizado al control y manejo de las amenazas, lo que permite ser efectivo y eficiente con los recursos. El trabajo se hace con todos los actores y especialmente con las comunidades aledañas de las áreas protegidas”.
El premio otorgado a CONAF plantea ahora un nuevo desafío, el cual consiste en evaluar la efectividad de la implementación de estos nuevos planes de manejo en las áreas protegidas y seguir colaborando con actores territoriales y organismos nacionales e internacionales en el fortaleciendo del trabajo con los estándares abiertos en Chile y en América Latina.