La Subtel inició la fiscalización activa del retiro de cables en desuso. La normativa establece plazos y planes anuales de limpieza que deberán ser ejecutados en coordinación con municipios.
La Ley 21.172, conocida como “Chao Cables”, promulgada en 2019 durante el segundo Gobierno de Sebastián Piñera, finalmente entró en vigencia este 21 de septiembre de 2025 tras seis años de espera. Con ello, las empresas de telecomunicaciones deberán retirar los cables en desuso de los postes, conocidos como chatarra aérea, y someterse a fiscalización directa de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel).
El reglamento, bajo el decreto 176 tomado de razón por Contraloría en marzo de este año, establece que las compañías deben identificar, ordenar y retirar progresivamente los elementos obsoletos de sus redes.
Según el subsecretario de Telecomunicaciones, Claudio Araya, “lo que hace es reglamentar procedimientos para la ley conocida como Chao Cables y (…) dentro de esto hay métodos de ordenamiento que las compañías tienen que implementar”.
Planes comunales de limpieza
La normativa contempla la ejecución de planes anuales de retiro y ordenación, coordinados entre empresas, municipios y gobiernos regionales. Estos planes se elaborarán a partir de los levantamientos de información que están realizando tanto las compañías como las municipalidades para identificar los puntos críticos.
Araya precisó que los primeros planes comenzarán a aplicarse “a fines de este año y principios del próximo, despejando paulatinamente la basura aérea en las distintas comunas”.
En ese marco, la Cámara Chilena de Infraestructura Digital (Idicam) firmó un convenio con la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM) y la Asociación de Municipios Rurales (AMUR), con el objetivo de levantar las zonas prioritarias y coordinar la gestión local.
Pirque en la lista de comunas críticas
El diagnóstico inicial ubica a comunas urbanas como Santiago, Providencia, Ñuñoa, Maipú, Valparaíso, Concepción y Antofagasta entre las más afectadas. Sin embargo, también hay zonas rurales con alta acumulación de cables en desuso, entre ellas Pirque, junto con Curacaví, Melipilla, Lampa, Paine, Buin, Peñaflor, Padre Hurtado y Tiltil.
Cada plan de retiro tendrá una duración máxima de 12 meses desde su aprobación, lo que implica que las comunas rurales, como Pirque, deberían comenzar a ver resultados concretos durante 2026.
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